La Revolución Mexicana estalló en 1910. Al principio, la causa más importante fue la de las clases medias que deseaban tener mayor participación política. Poco a poco otros sectores sociales se sumaron a la lucha para exigir cambios más afines a sus propias condiciones económicas y culturales.

Al estallar la Revolución a finales de 1910 se formaron tres fuertes; por un lado, los campesinos que seguían a Emiliano Zapata (1879-1919), quienes tomaron las armas para reclamar la restitución de tierras; los pequeños propietarios del norte siguieron a Francisco Villa (1878-1923), buscaban un orden agrario que no favoreciese el latifundio y permitiera el desarrollo de sus ranchos; mientras que los obreros que siguieron a Álvaro Obregón (1880-1928) en los batallones rojos vieron en la guerra la posibilidad de conquistar derechos laborales.